Todo un sábado de celebraciones, fue lo que tuvieron los sanvicenteños en el día de su santo. Aunque eso mermó las visitas durante el domingo de amigos de zonas alejadas, resultó en un singular turno que contó con la asistencia de casi todos los vecinos.
Fue antecedido por una semana en la que se preparaba la comida para el turno durante el día y por las tardes se rezaba la novena a San Vicente de Paul. El sábado inició temprano con atronadoras bombetas; a las 10 am el pueblo se congregó en la eucaristia precidida por el presbítero Marco Solís, quien luego dio una bendición a los vehículos que participaron en el desfile. Desde bicicletas,
cuadraciclos y hasta un
back-hoe desfilaron por la calle junto a la iglesia, donde el sacerdote les daba la bendición bajo una sombrilla.
Anunciada con bombetas, la hora del almuerzo llenó el
salón comunal donde se degustaron los platos tradicionales como sopa de mondongo o carne (que después de la mojada del desfile sentó delicioso en la gran mayoría), arracache, tamales, carne de ternero, lomo y cajetas o pan casero de postre.
Por la noche, partido de futbol en la
cancha iluminada, juego de luces y un baile amenizado por
Son de Altura, que calentó a pesar del clásico entre Saprisa y la Liga que se transmitió esa misma noche
.
Se les agradece la visita y colabración a quienes nos acompañaron en la celebración de nuestro santo patrono, su aporte nos ayuda a desarrollar proyectos comunales para atenderle mejor en futuras actividades. Muchas gracias!!